Minor White

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MINOR WHITE: La Fotografía como Espejo del Alma

 

 

Para el fotógrafo Minor White en su texto “El ojo y la mente de la cámara”, el fotógrafo se enfrenta a algo muy diferente cuando da inicio a una imagen pues a diferencia del pintor que empieza un lienzo desnudo, para el fotógrafo la imagen ya le constituye de por sí el todo, como una especie de pintura ya terminada, por lo tanto el fotógrafo se ve imposibilitado para la invención de la imagen pues todo el conjunto se le presenta desde un inicio, es por ello que la cámara le obliga a crear a través de la visión, un mundo perceptivo, sin basarse en la imitación hecha por la cámara, pero estamos tan condicionados por la pintura como criterio de experiencia visual que considerar a la fotografía del mismo modo ha hecho que no se tome en cuenta o peor aun que se olvide su importancia estética.

 

 

Luego realiza White un análisis sobre el proceso que le toma al fotógrafo obtener una imagen explicándolo de la siguiente manera: Mientras crea el fotógrafo esta blanco, es un poco como el lienzo en blanco del pintor, o como el escultor que “siente” la forma que yace en un bloque de piedra, en lo referente a su estado mental, el fotógrafo más ligado con el escultor, “siente” también ese mundo visual escondido bajo cubiertas, esperando incluso que la luz crea su magia, dicho estado mental es difícil de explicar, sensibilizado y receptivo podría ser lo que defina este estado cognitivo, una apertura de mente de la que se deduce comprensión y entendimiento de todo lo visible, es decir, que el fotógrafo se proyecta en todo lo que ve, identificándose con todo para conocerlo mejor, como un instrumento de transmisión, estado casi místico, adentrándose en el inconsciente y el universo visual tangible.  Aunque este proceso no garantiza que otros sentirán lo mismo, haciendo a la fotografía toma tras toma como la culminación de una serie de bocetos que de forma inconsciente conducirán hacia la imagen final.

 

    

 

Por todo lo anterior para White la cámara es mucho más que un dispositivo tecnológico – mecánico y medio para registrar una experiencia entre dos personas, solo que el fotógrafo  está condicionado a ver como la cámara, siendo el resultado una fotografía. Los fotógrafos que han experimentado esa sensación, posiblemente sean los fotógrafos que usan la cámara como profundo medio de expresión y los que la utilizan para documentar situaciones humanas, como si la cámara desapareciese entre sujeto y fotógrafo.

 

Con respecto a la nueva tendencia, reconoce White, que está cambiando el espíritu en el estilo de cada tendencia y que está funcionando como puerta de entrada a la significación central de la experiencia estética es la idea más madura que se ha dado sobre fotografía como creadora de imágenes, lo que se le conoce como el concepto de: equivalencia, que ya Alfred Stieglitz concibió en la primera década de los veinte y que según White está siendo practicada cada vez más por un creciente número de fotógrafos, tomándola en la práctica como la base de la fotografía como medio de expresivo de creación.

 

Por equivalencia refiere a ciertos niveles visibles en cualquier experiencia visual, es una función, o empatía en el que el espectador se da cuenta de que para él aquello que ve en la imagen le corresponde o representa algo en su interior como un reflejo dentro de sí, es entonces que se establece esa correspondencia de equivalencia.

 

Otro nivel puede ser una experiencia interior en la persona cuando al mirar una fotografía le produce una comunicación con algo que sabe sobre sí mismo, y un tercer nivel sería cuando la persona recuerda la imagen mental sin tener la fotografía a la vista. Las razones por las que se recuerda una imagen según comenta White son simplemente porque nos gusta, disgusta, nos ha enseñado algo o ha producido un cambio en nosotros. A nivel gráfico podría decirse que la fotografía actúa como un símbolo o metáfora, de algo que va más allá de lo fotografiado, tal como sabe y explota el medio publicitario son lo que se conoce como “persuasores ocultos”, como un efecto subliminal del diseño en la fotografía para provocar la venta de un producto, en psicología se le conoce como “proyección o empatía” en el cual el fenómeno se corresponde por medio de formas y figuras expresivas que provocan una reacción a los mecanismos por los cuales la fotografía funciona.

 

   

 

El poder equivalente que compete al fotógrafo creativo-expresivo se basa en el hecho que pueda transmitir sentimientos acerca de las cosas, situaciones y eventos que no puedan ser fotografiados, este secreto descansa en la forma de utilizar las formas y superficies de los objetos en sus cualidades expresivo-evocativas frente a la cámara, es decir que la equivalencia es la habilidad para usar el mundo visual como material plástico expresivo del fotógrafo explotando sus cualidades matéricas, para poder enfatizar su poder transformador y hacer que un objeto simbolice otro, si utiliza la equivalencia de forma consciente y con conocimiento, queriendo significar no solo ver fuera sino también ver hacia dentro. White reconoce en fotógrafos como Frederick Sommer, Paul Caponigro, Walter Chapell, Gerald Robinson, Arnold Gassan entre otros como usuarios de la cualidad de equivalencia en sus obras fotográficas.

 

White concluye que la muchos de nosotros vemos lo que queremos ver, pero no lo que en efecto está en la fotografía, pero por medio de la empatía somos conducidos a reconocernos en cada cosa que vemos, como si la fotografía fuera un reflejo de nosotros mismos, es decir que toda fotografía produce un reflejo en que la sobrepasa la presencia del objeto fotografiado, donde nuestra psicología encuentra caminos para ver lo que quiere ver en el mundo de las apariencias.

 

Es así que los fotógrafos mencionados por ejemplo, aceptan el hecho de que las fotografías son espejos de algún estado o sentimiento internos del espectador, lo trabajan, lo estudian y lo aplican en su obra. Recuerdan que una imagen mental en el cerebro del espectador es más importante que la fotografía misma, haciendo de la fotografía una acción de función no un objeto o cosa palpable, permaneciendo entonces en niveles de la psique. Es así que si el espectador en lo que ve le parece desagradable, sucio, morboso, de miedo o magnífico, será porque en él ha significado algo y no otra cosa, es decir verá algo de sí mismo.

 

   

 

 

Minor White: el paisaje y la abstracción

 

La relación entre la pintura y la fotografía siempre se ha hallado presente a lo largo de la historia. A pesar de que autores como Man Ray supieron presentar el arte fotográfico como un universo independiente, los influjos mutuos se han seguido produciendo hasta la actualidad.

 

Un claro ejemplo de esta relación se encuentra en la obra del fotógrafo estadounidense Minor White, quien, después de estudiar arte, quedó impresionado por la obra minimalista de determinados pintores abstractos.

 

  

 

 

Además de especializarse en el estudio de las artes plásticas, el creador de la prestigiosa revista de fotografía “Aperture” también estudió botánica, lo intentó con la poesía y finalmente con la fotografía mientras se ganaba la vida como vigilante nocturno.

 

Después de trasladarse a Nueva York en 1945 entró en contacto con otros autores vanguardistas y comenzó a trabajar como ayudante del célebre fotógrafo de paisajes Ansel Adams, comenzando a desarrollar una técnica propia y singular.

 

Minor White considera la fotografía como la mezcla de una superficie aparente y una profundidad eidética. Cuando capta paisajes y detalles de la costa del Océano Pacífico no sólo representa montañas, árboles y mareas, ante todo está captando texturas y formas geométricas.

 

La fotografía de White supone una indagación estética en la naturaleza de la perspectiva, el encuadre y la iluminación. Así, entiende el acto de echar una foto como un acto en el que lo accidental puede llegar a tomar un protagonismo absoluto.

 

A todos nos ha pasado alguna vez mientras observamos un paisaje monótono a través del cristal de un tren o un coche. De repente hemos asistido a una curiosa conjunción de líneas o formas geométricas que han estallado ante nuestra mirada dando lugar a una composición llena de sentido.

 

Ése es el sello de Minor White. Encontrar la geometría en lo natural, reconocer sobre un prado armonías, ritmos y texturas que van mucho más allá de lo meramente aparente, que parecen apuntar a un orden geométrico superior y eterno.

 

Esta forma tan platónica y abstracta de entender el paisaje ha sido crucial en la historia de la fotografía, y se puede encontrar su huella incluso en los paisajistas que parecen más instintivos y aventureros.

 

     

 

 

 

 

 

Minor White: El fotógrafo que prefería retratar objetos para buscar el 'espíritu trascendente' de lo inanimado

 

Fue más notorio como pedagogo de la fotografía y fundador de la revista 'Aperture' que como autor. Uno de los últimos modernistas, un artista para quien no importaba llegar a tiempo sino llegar a la esencia. Atraído por el simbolismo y la 'equivalencia' —interpretación libre de lo abstracto—, White sufrió al encerrar 'en el armario' su homosexualidad.

 

Tres citas sirven para situar el estilo de baja intensidad y las humildes ambiciones de Minor White (1908-1976). Primera: "Cuando te acercas a algo para fotografiarlo, tienes que encontrarte contigo mismo hasta que el objeto de tu atención se haga presente. No se irá hasta que hayas capturado su esencia". Segunda: "Mientras viajas con una cámara a veces llegas justo cuando el sol se está poniendo tras el horizonte. Es un poco tarde para hacer una foto, pero es suficiente para exponer tu corazón". Tercera: "No importa que tardes mucho, el espíritu siempre permanecerá lo suficiente".

 

Las fotos espirituales de Minor White Al fotógrafo estadounidense no le importaba esperar porque no estaba obsesionado con la captura del momento mágico en que acción, luz y mirada se coordinan, sino en la cámara como cazadora de espíritus y esencias. A lo largo de sus casi cuarenta años de ejercicio White hizo retratos de objetos inanimados —barcas, alambradas, torrentes de agua, detalles de construcciones de madera en la nieve, flores en cuencos...— a los que confería propiedades simbólicas porque perseguía el canon de la equivalencia, la idea extendida por el pionero Alfred Stieglitz cuando, en los años treinta, hizo centenares de fotos de nubes porque quería demostrar que el cielo también padece de estados de ánimo bajo la apariencia de las formas abstractas.

 

     

 

 

Más conocido como pedagogo —trabajó durante varias décadas como profesor universitario de fotografía— o editor —cofundó en 1952, junto a colegas que han alcanzado más renombre que él (Dorothea Lange, Ansel Adams), la revista Aperture, una publicación de radical importancia en los EE UU que todavía se sigue editando—, la fotografía de White ha sido considerada como menor o simplemente polémica. Una de las más notables figuras del modernismo estadounidense.

 

 

El gran objetivo de White fue retratar objetos no sólo por lo que son, sino también por lo que pueden sugerir como metáfora o símbolo. Homosexual que vivió su condición desde el encierro en el armario, en las imágenes de White eran frecuentes los guiños al deseo y a la confusión frustrante de no querer revelar la opción sexual. Aunque hizo fotos de desnudos masculinos, dejó escrito que no fuesen publicadas hasta después de su muerte.

 

   

 

 

Fue un practicante de zen japonés, al que dedicó algunas de sus fotos más conocidas En la obra de este fotógrafo de segunda fila y gran y poderosa terquedad también pueden advertirse las influencias de las prácticas religiosas orientales que cultivó, sobre todo el zen japonés que propone la búsqueda del despertar mediante el alcance de la verdad última y simple de las cosas. Algunas de sus imágenes inéditas o muy poco conocidas parecen representaciones de koan, los problemas, a menudo absurdos y sin respuesta posible, que los maestros zen proponen a sus alumnos. Una de las series más conocidas de White es precisamente la ilustración de uno de los más conocidos de estos acertijos, The Sound of One Hand Clapping (El sonido de una palmada). "

 

La capacidad expansiva de las fotos, que despiertan múltiples asociaciones en la mente del espectador y la notable influencia de White en las generaciones posteriores de fotógrafos. A lo largo de una carrera que duró casi cuatro décadas, se las arregló para mantener relaciones personales y profesionales con cientos de fotógrafos jóvenes, una hazaña impresionante para un hombre dedicado a la exploración continua de las posibilidades de la fotografía.

 

Después de trabajar en la sección de espionaje del Ejército durante la II Guerra Mundial se estableció en Nueva York, donde trabó amistad con Stieglitz y Edward Weston. De las enseñanzas y el ejemplo de ambos entendió que no dejaría nunca más de hacer fotos que trascendieran la simpleza de la forma para convertirse en puro espíritu.

 

 

 

 

Biografía:

 

   * Minor White fue un fotógrafo americano (nacido en Minneapolis, Minnesota, en 1908 y fallecido en Boston en 1976)  de los más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, además de un reconocido profesor, crítico y editor.

 

   * Estudió botánica en la Universidad de Minnesota en el 33 y trabajó varios años en diversas ocupaciones antes de dedicarse plenamente a la fotografía por la que siempre se sintió atraído, desde que su abuelo le regaló una cámara Brownie con 10 años. Fue completamente autodidacta y partidario de un enfoque directo y documental en sus primeros trabajos.

 

   * Hasta 1938 trabajó en un hotel de Portland en Oregón, al mismo tiempo que enseñaba, fotografiaba y exponía en el Oregon Camera Club.

 

   * De 1938 a 1939 trabajó como fotógrafo para el Federal Works Progress Administration (WPA) de Oregón como fotógrafo, haciendo fotos portuarias y de edificios de fachadas de hierro.

 

   * En el 41 participó de la exposición Image of freedom del MOMA de Nueva York.

 

   * En el 42 llevo a cabo su primera exposición individual en el museo de Arte de Portland.

 

   * En el 43 publico un artículo en el American Photography titulado “¿Cuándo es creativa la fotografía?”.

 

   * Después de la II Guerra Mundial las fotografías de White empezaron a reflejar temas espirituales bajo la influencia de sus estudios sobre la Iglesia católica, el budismo Zen, la psicología Gestalt y el misticismo. White creía que enfocar y tomar una fotografía eran actos espirituales e intelectuales.

 

   * Se trasladó a Nueva York a estudiar Historia de la Estética en la Universidad de Columbia. Trabajó luego para el MOMA y ahí conoció a Weston, Strand y a Stieglitz.

 

   * En 1947 sucedió a Ansel Adams como director del departamento de fotografía del California School of Fine Arts (actualmente San Francisco Art Institute).

 

     * En 1952, fundó la revista Aperture, junto con Ansel Adams, Dorothea Lange, Nancy y Beaumont Newhall y otros, como una publicación crítica sobre el arte de la fotografía. De 1952 a 1975 ejerció como editor de la misma.

 

     * De 1953 a 1957 fue editor de la revista Image publicada por el George Eastman House.

     * Entre sus publicaciones destacan Light 7 (1968) y Being without clothes (1970).

 

     * De 1965 a 1976 ejerció como profesor de fotografía en el Massachusetts Institute of Technology.

 

     * Trabajo durante cuatro años como conservador en la George Eastman House, el museo de Kodak en Rochester. Sus archivos se encuentran en la biblioteca de la Universidad de Princenton.

 

     * Murió en Boston de un ataque cardíaco, en junio de 1976

 

 

"Yo fotografío no aquello como es, sino aquello como SOY."

 

 

 

 

 

Fuentes:

http://fotolamm.blogspot.com.es/2012/03/minor-white-la-fotografia-como-espejo.html   Publicado por Araceli Gómez en 20.3.12

http://fotosfera.com/2011/11/minor-white-el-paisaje-y-la-abstraccion/   Artículo de Pablo Bernardo

http://www.20minutos.es/noticia/2187110/0/minor-white/exposicion/fotografia/

http://www.cadadiaunfotografo.com/2010/01/minor-white.html

 

Para saber más:

http://www.tucamon.es/archives/0000/1785/38_Minor_White1.pdf

 

Vídeos:

https://www.youtube.com/watch?v=uj34W_I_llQ

 

Dentro de mi conocida y reconocida incultura fotográfica, de este tampoco había oido hablar. Me parece muy interesante y plantea un punto de vista "didtinto".

MAdre mía....después de leer el artículo de este hombre necesito un par de ibuprofenos para el dolor de cabeza.....Si fotografiaba aquello como era, debía ser más raro que un perro verde....

 

Desde luego, qué ignorante soy de estas cosas.....

 

Ah, y una vez más muuchas gracias por esta sección...

Buenísimo.