Richard Avedon

1 envío / 0 nuevos
Richard Avedon

Richard Avedon

Richard Avedon (Nueva York, 15 de mayo de 1923 - San Antonio, Texas, 1 de octubre de 2004) fue un fotógrafo estadounidense. Un obituario publicado por el The New York Times, afirmaba que: sus fotografías de moda y sus retratos habían ayudado a definir, en Estados Unidos, durante el último medio siglo, la imagen de belleza, elegancia y cultura.

 

 

 

Primeros años

Avedon nació en la ciudad de Nueva York en una familia judía. Era el único hijo de Jacob Israel Avedon, un inmigrante nacido en Rusia que tenía una tienda de ropa en Quinta Avenida,2 Su madre era Anna, que pertenecía a una familia propietaria de una empresa de manufactura textil.1 Él acudió al colegio DeWitt Clinton en el Bronx, donde calaboró en el periódico escolar The Magpie con el escritor James Baldwin desde 1937 a 1940.3 Después de asistir durante un tiempo en la Universidad de Columbia, comenzó su carrera como fotógrafo, trabajando para la Marina Mercante en 1942, tomando fotografías identificativas de los miembros de las tripulaciones. Estas fotografías las realizó con una cámara Rolleiflex que le había dado su padre como regalo de despedida. De 1944 a 1950, estudió con Alexey Brodovitch en su laboratorio en la New School for Social Research.

 

 

Carrera profesional

Reputado fotógrafo de modas y gran retratista, comenzó su carrera profesional en los años 1950 realizando espléndidos trabajos de moda para la revista Harper's Bazaar, donde acabó convirtiéndose en Jefe de Fotografía. Posteriormente, habría de colaborar igualmente con otras revistas como Vogue, Life y Look. Sin duda alguna, fue el gran fotógrafo de la moda durante los años 1960 y 70. En sus trabajos consiguió elevar la fotografía de moda al rango de lo artístico, al conseguir acabar con el mito de que los modelos debían proyectar indiferencia o sumisión. Por el contrario, en sus fotografías los modelos eran personajes libres y creativos en sus gestos dentro de escenarios dinámicos y bajo esquemas compositivos previamente decididos.

 

 

Avedon introduce un nuevo concepto del retrato. Dirá: "Constituye el resultado de la dialéctica que se establece entre el fotógrafo y el modelo que se sabe fotografiado".

 

Richard no tratará de captar los valores externos o internos del personaje, sino de realizar una especie de radiografía. Ésta trasparentará hasta qué punto el modelo necesita su máscara y juega su papel.

 

 

 

Las imágenes de Avedon, de una extraordinaria sobriedad estilística, dejan siempre solo al personaje frente a un fondo liso, mirando a la cámara y encerrado dentro de los márgenes del fotograma. En todas ellas, se trasluce el deseo de frialdad y distanciamiento del fotógrafo.

 

 

 

En los años 1960, Avedon se reveló como un artista comprometido con las inquietudes sociales de su tiempo. Durante el año de 1963 fotografió el Movimiento por los Derechos Civiles en el sur de los Estados Unidos, colaborando en los siguientes años con James Baldwin en el libro Nothing personal.

 

 

              

 

 

A finales de los 1960 y principios de los 1970, Avedon realizó reportajes sobre líderes militares y víctimas en la Guerra de Vietnam y manifestaciones anti-guerra en los Estados Unidos para el diario New York Times.

 

 

 

 

 

En la Navidad de 1989-1990 viajó a Alemania para documentar una ciudad dividida en dos mundos diferentes la noche en que caía el Muro de Berlín.

 

 

 

 

Sus retratos, aparentemente sencillos pero profundamente psicológicos, de personalidades famosas y desconocidas posando frente a un inmaculado fondo blanco, muestran a un cuidadoso fotógrafo capaz de plasmar en papel fotográfico rasgos inesperados de los rostros de personajes de la envergadura de Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe, entre muchos otros. Su método era sencillo pero efectivo, la derrota anímica del contrario fotografiado a través de largas y cansadas sesiones de hasta cuatro horas. Así desnudo, el retratado e indefenso era capaz de mostrar su personalidad más sincera.

 

  

 

 

En el año 1979 comenzó el que habría de convertirse en uno de sus trabajos más importantes. Por encargo del Museo Amon Carter, de Fort Worth, Texas, Avedon dedicó cinco años a recorrer el oeste de los Estados Unidos para documentar a las personas que nunca escribirían la historia de su país. En esta obra, titulada In the american west, nos presenta a granjeros, mineros, vagabundos, prostitutas, amas de casa, presos, vaqueros de rodeo o empleados de pequeñas oficinas, etc. en fotografías de gran formato tomadas con luz de día, al aire libre y como siempre, ante un fondo blanco. Nada hay en ellos del sueño americano o de la tierra prometida, pero son retratos de individuos que han sido observados y artísticamente elevados por la cámara de Avedon mediante una composición sobria, logrando así una considerable fuerza expresiva.

 

Al término del proyecto, Avedon había recorrido un total de 189 poblaciones en 17 estados; había fotografiado a 752 personas utilizando alrededor de 17.000 placas de película. De ésta colección, escogió 123 retratos que conformarían la serie In the american west 1979 – 1984.

 

 

Además del gran formato utilizado para sus fotografías de moda o retratos, desarrolló una obra en paralelo, utilizando el paso universal, que refleja sus vivencias más personales, como viajes o recuerdos familiares.

 

Algo muy profundo subyace a lo largo de toda la obra de Avedon y, sin embargo, no siempre se ha acertado a concretar en los trabajos realizados en torno a su figura. Es una preocupación sincera, pero a veces elegantemente obsesiva. El tiempo, la vejez y sus tensiones, resulta ser el motivo fundamental en la obra de Avedon. Vemos en su arte cómo nos habla directamente del paso del tiempo y su influencia en el ser humano, y, cómo no, del camino hacia la muerte. Son esos retratos descontextualizados que aparecen ante la cámara sin maquillaje, fatigados o tristes, tal y como se encontraban en ese momento, los que claramente denotan esta inquietud. El final de su libro Portraits (1976), por ejemplo, culmina de forma tremenda pero magistralmente tratada con una serie de siete fotografías de su padre envejeciendo gradualmente hasta que parece haberse integrado en la luz que le rodea.

 

   

 

“Lisette Model me dijo que sentía que estas fotografías de mi padre eran “actuaciones”, y yo pienso lo mismo. Todos actuamos. Es lo que hacemos continuamente, de una manera no intencional ni deliberada. Es una forma de hablar de nosotros mismos con la esperanza de ser reconocidos como lo que querríamos ser. Confío en las actuaciones. Desecharlas no te acerca necesariamente a nada. La manera en que alguien que está siendo fotografiado en relación a esa presencia es de lo que se trata al hacer un retrato.

En situación, el hecho era complicado y se vio enriquecido porque yo estaba usando con mi propio padre todo lo que había aprendido fotografiando a desconocidos. Él era leal a la forma en que quería ser visto; yo a la forma en que lo veía, lo que estaba relacionado no sólo con mis sentimientos hacia mi padre, sino con mis sentimientos sobre lo que es ser cualquiera. Al principio, él accedió simplemente a que yo la fotrografiara, pero pienso que después de un tiempo comenzó a querer que lo hiciera. Comenzó a confiar en eso, y yo también, porque era la forma que los dos teníamos de forzarnos mutuamente a reconocer lo que éramos. Durante los últimos años de su vida lo fotografié muchas veces, pero no miré realmente las fotografías sino hasta después de su muerte. Ellas me parecen ahora, fuera del contexto de aquella época, completamente independientes de la experiencia de tomarlas. Existen por sí mismas. Lo que sea que haya pasado entre nosotros, pero no lo es para las fotografías. Lo que está allí está libre de nosotros dos.”

 

El 25 de septiembre de 2004 Avedon sufrió una hemorragia cerebral en San Antonio, Texas, mientras se encontraba en una sesión fotográfica para un proyecto encargado por la revista The New Yorker, el cual se titulaba «On democracy», y se enfocaba en el proceso electoral del 2004 en los Estados Unidos; se trataba de retratos de candidatos, delegados de las convenciones nacionales, entre otros involucrados en el tema. Murió en la misma ciudad el 1 de octubre de ese año a consecuencia de las complicaciones médicas.

En el año 1991 recibió el Premio internacional de la fundación Hasselblad

 

 

Richard Avedon habla sobre el retrato

 

“Cuando posas para un fotógrafo, es detrás de una sonrisa que no es tuya. Tú tienes rabia y hambre y estás vivo. Lo que valoro en ti es esa intensidad. Quiero hacer retratos tan intensos como las personas.”

 

 

 

La fotografía de Richard Avedon (1923- 2004) Dovima con los elefantes batió en 2010 el récord mundial del artista estadounidense al venderse por 841.000 euros en una subasta de sus obras realizada por Christie's en París . La instantánea, tomada en el Circo de Invierno de la capital francesa en 1955, prácticamente dobló la estimación inicial de la casa de subastas, que estaba entre los 400.000 y los 600.000 euros, como muchas otras fotografías puestas a la venta. Los 65 lotes salidos de la Fundación Richard Avedon recaudaron 5,4 millones de euros, frente a los entre 3 y 5 millones que había calculado Christie's.

 

 

Aquí podéis ver un interesante y minucioso análisis de la fotografía: http://www.analisisfotografia.uji.es/root2/pdf/Richard%20Avedon%20%281965%29.pdf

 

La segunda adquisición más cara de la venta fue un montaje de cuatro retratos psicodélicos de los Beatles realizado en 1967, que se adjudicó por 445.000 euros, también por encima de lo estimado.

 

 

 

La imagen provocativa de la modelo Stephanie Seymour descubriéndose el sexo se ha adjudicado por 265.000 euros y la puja por la instantánea de Suzy Parker y Robin Tattersall bailando en la plaza de la Concordia de París ha alcanzado los 217.000 euros.

 

      

 

Avedon y los famosos

 

Un montaje de 1969 en el que el protagonista era Andy Warhol se ha colocado a 301.000 euros. Otro retrato del máximo representante del arte pop se ha subastado por 169.000 euros, el mismo precio pagado por un retrato de la actriz Marilyn Monroe en el que aparece vistiendo un vestido negro brillante con un generoso escote.

 

 

Igualmente figuraron entre las mejores ventas más retratos de personalidades, como lo del minero James Story (121.000 euros), la actriz Brigitte Bardot (109.000 euros), el pintor Picasso (97.000 euros), el escritor Samuel Beckett (92.000 euros) o un autorretrato del mismo Richard Avedon (103.000 euros).

 

Esta ha sido la mayor subasta de obras de Avedon y el dinero recaudado se destinó a continuar la misión que se ha marcado la fundación que lleva su nombre: garantizar la difusión y el conocimiento del trabajo del artista y fomentar el arte de la fotografía por todo el mundo.

 

El presidente de la fundación, Paul Roth, recordó que Avedon había querido que se pusieran a la venta algunas fotografías para poder financiar y desarrollar actividades como el archivo, el acceso del fondo a los universitarios y estudiantes, las publicaciones y las exposiciones.

 

 

Fuentes:

http://www.richardavedon.com/

http://sientateyobserva.com/tag/richard-avedon/

http://cultura.elpais.com/cultura/2010/11/21/actualidad/1290294001_850215.html

 

Para saber más:

https://www.youtube.com/watch?v=ynEmturvb0A

https://www.youtube.com/watch?v=S1f3egvLwVE