¿DNG? No, gracias

Imagen de Ignoto

EL GENESIS

En los albores de esta, la era digital de la fotografía, las primeras cámaras almacenaban la imagen captada en formatos veteranos, bastante populares y no por ello poco potentes como TIFF o JPEG. Estos formatos respondían muy bien a las necesidades del momento y aún hoy son muy potentes y usados.

El formato TIFF/TIF fue desarrollado a mediados de los ’80 por Aldus*1 y Microsoft. Ha tenido varias versiones que lo han ido actualizando para soportar compresión sin (LZW) y con pérdidas (JPEG), así como el soporte de capas. Suele usarse actualmente como formato final de un trabajo fotográfico (revelado+retoque).

El formato JPEG/JPG fue desarrollado por Joint Photographic Experts Group y publicado a principios de los ’90. Es un formato muy flexible con compresión de datos con pérdidas que permite reducir en gran medida los archivos de imagen. El grado de compresión es variable y consiguientemente la perdida de información. No es un formato valido para la edición, ya que cada grabación (aun manteniendo el ratio de compresión) degrada la imagen almacenada.

Las cámaras más avanzadas o de mayor nivel podían grabar la imagen el TIF sin perdidas y también en JPG, el resto solían hacerlo solamente en JPG. En realidad, esta separación es la que tenemos actualmente, salvo que el formato TIF ha quedado desplazado por el formato RAW.

El formato RAW, es en realidad una denominación genérica para los formatos que los diferentes fabricantes desarrollaron, para poder almacenar toda la información que la cámara captaba en la toma, y no solo la imagen en sí. Los formatos TIF y JPG son, por decirlo de alguna manera, una interpretación concreta de la imagen captada, pero no la única posible. En los formatos RAW, los fabricantes almacenan los datos captados por el sensor y multitud de información sobre ajustes y peculiaridades de sus cámaras. Esta información alamcenada en un RAW, permite a posteriori “revelar” la imagen con muchas más posibilidades y opciones para el fotógrafo.

LA TORRE DE BABEL

Dado que cada fabricante desarrolló su propio formato RAW de acuerdo a su buen entender y la peculiaridad de sus cámaras, pronto nos encontramos con decenas de formatos RAW. Además, un mismo fabricante ofrece distintas versiones de sus propios formatos dependiendo de la cámara y de la evolución en el tiempo, no guardando necesariamente una compatibilidad entre sus formatos/versiones. Así pues, hay cientos de variantes entre formatos de distintos fabricantes y versiones.

Los fabricantes, al tiempo que desarrollan sus cámaras y sus formatos RAW correspondientes, disponen de herramientas software para el “revelado” de estos formatos. Algunos de estos programas de revelado son capaces de sacar mucho jugo del archivo RAW, pero la pega es que la incompatibilidad entre marcas no te permite usar más que el software de tu marca con tu marca de cámara y RAW. Así, aunque el revelador desarrollado por Nik Software para Nikon era reconocido como muy potente, los usuarios de Canon, Fuji, Petax,…  no podían beneficiarse de estas capacidades de posprocesado (y viceversa).

LA SOLUCION PARA TRADUCIR IDIOMAS ES… GOOGLE TRANSLATE

Ante la avalancha de lenguas y dialectos que conformaban los formatos RAW de las marcas, Adobe propuso unificar en un solo formato RAW (uno suyo como es lógico). Así en 2005 vio la luz el formato DNG (Digital NeGative), lo incorporó en sus programas y lo liberó para que los fabricantes de cámaras lo adoptasen.

La idea inicial de que la mayoría de fabricantes incluyesen la posibilidad en sus cámaras de usar el formato DNG, no tuvo el éxito esperado. Tres grandes fabricantes como Pentax, Hasselblad y Leica lo han adoptado, pero aun siendo importantes, no son mayoritarios. De tal forma que Fuji, Canon, Nikon,… mantienen su propio sistema de formatos.

Curiosamente, donde sí ha calado el formato DNG es entre los fotógrafos. Digamos que si tienes un flujo de trabajo como Dios manda, disparas en RAW (nativo, claro), descargas tus fotos al ordenador convirtiendo en el proceso a DNG, desechas los RAW nativos y prosigues el resto del procesado con este formato (DNG).

Hay múltiples razones para obrar de esta manera, todos los que lo hace las pueden enumerar y si no, solo hay que mirar en cualquier blog o tutorial que haya escrito alguien que lo ha leído en otro blog o tutorial…

1.- El formato DNG es libre, universal y no depende de ningún fabricante. Si el fabricante de tu cámara desaparece o deja de dar soporte u ofertar un software de revelado, no te quedarás tirado con un formato que nadie más puede leer.

2.- El DNG no necesita archivos mochila con los ajustes, los guarda en el mismo archivo. Así solo es necesario copiar el DNG y lo llevas todo, “original” y ajustes.

3.- El formato DNG ocupa menos que los formatos RAW propietarios, por lo que ahorras espacio en almacenamiento.

4.- DNG es compatible en el tiempo, al contrario que los RAW nativos que cambian prácticamente en cada nuevo modelo de cámara.

Y por supuesto, usar el formato DNG es más “IN” y lo dicen los gurús de internet.

Como dijo Jack el destripador, “vayamos por partes”.

1.- La idea de este punto no tiene sentido desde el momento en que hemos usado un programa de terceros (Camera RAW, Aperture, Lightroon,…) para traducir el peligroso formato nativo a DNG. La dependencia del fabricante de la cámara se ha desvanecido desde que eres capaz con otros programas de obtener la imagen almacenada en el RAW nativo. De hecho, nadie de los que usan RAW procesan sus imágenes con lo los programas de fabricante de la cámara (más que nada porque estos programas no suelen soportar DNG). Es decir que el miedo a que no se puede leer el formato RAW nativo por falta de soporte del fabricante en insostenible.

2.- El asunto de los archivos mochila tiene su aquel, porque la base inicial para usar RAW es que el archivo original nunca se toca para preservarlo. Pero en un DNG se está sobrescribiendo constantemente. Cualquiera que tenga cierto recorrido en el mundo informático, sabe que los fallos de escritura existen. Si el fallo de grabación es con un archivo mochila, pierdes el procesado, pero si es grabando un DNG… pierdes también la imagen.

Que es más cómodo manejar un archivo en vez de dos, no lo discuto, pero no creo que suponga un problema demasiado grande.

3.- Esto es cierto, aun cuando los fabricantes han introducido formatos RAW con compresión. El DNG obtenido de una conversión es siempre más pequeño, en torno al 7-10% he observado. Supongo que la capacidad de proceso de una cámara es limitada para implementar algoritmos de compresión más eficientes, sobre todo cuando los tamaños de archivos son hoy día de tamaño considerable y la cámara debe poder disparar en ráfagas. Solo pensar lo que tarda un ordenador en convertir una imagen y comparar el tamaño del procesador, chipset y memoria del mismo, con el tamaño de una cámara (aparte disponibilidad de energía y la capacidad de disipar calor).  Digamos que los procesadores de las cámaras están bastante bien optimizados y no se les puede reprochar que “aceleren” un poco a costa de tamaño.

4.- Esto es algo que la gente debería pararse a pensar u poco.  ¿Cómo puede un formato compatible en el tiempo gestionar novedades y nuevas informaciones que aportan las cámaras modernas?, precisamente en el mundo de la fotografía digital que ha evolucionado de forma exponencial. A mí lo primero que se me ocurre como respuesta, es que no lo gestiona, hace tabla rasa en la conversión.

Pero no es del todo cierto, porque el formato DNG (como no puede ser de otra manera) también ha tenido evolución y versiones (como los RAW nativos, con su correspondiente compatibilidad histórica). Esto es lógicamente necesario porque el formato debe de poder recoger los nuevos datos que las cámaras obtienen y que ayudan o mejoran el “revelado”.

Siempre se ha “acusado” a los fabricantes de guardarse información de sus formatos que el software de terceros no podía interpretar, por tanto, el software de los fabricantes ha sido en muchos casos capaz de producir revelados de más calidad. ¿Cómo afecta esto a los DNG?. Bien, como he comentado el formato DNG ha tenido varias versiones en parte para implementar esa información oculta cuando se ha conseguido descifrar.

Hasta aquí bien, pero ¿las fotos que hice con la D80 hace diez años y convertí a DNG?, en su momento no recogió esa información porque el formato DNG no era capaz de almacenarla (¿recuerdas?, tabla rasa). Pues lo siento mucho, Camera RAW actual maneja mejor ahora los RAW nativos de tu vieja D80; si le das ahora el NEF le saca más chicha, pero como el proceso de uso de DNG conlleva borrar los RAW nativos… tienes un RAW “capao” por voluntad propia.

Cualquiera que hay usado un poco Google Translate sabe que muchas veces traduce “a lo indio”, pues lo mismo. Una conversión en si conlleva en el 99% de los casos alguna pérdida de información. La estandarización es cómoda y tiene sus ventajas, pero conlleva ciertas restricciones. No es que sea malo, pero hay que ser consciente de ello para obrar en consecuencia. Yo he visto archivos DNG corruptos en la conversión, corrupdión no visible en la miniatura de Lightroom. Imagina que le pase a un fotógrafo con las fotos de una boda y lo descubre despues de borrar los RAW nativos, ¿para ahorrarse 8Gb de disco? ¿para estar a la moda?.

¿DNG?, no gracias.

 

©Ignoto (Arturo Hernández) 2018

 

*1 Aldus fue adquirido por Adobe que es el actual propietario del formato TIF. Esta adquisición aportó a Adobe tecnología puntera en el campo del tratamiento de imágenes y diseño gráfico de la mano de sendos productos de Aldus, Photostyler y Freehand. Ambos claramente superiores a los productos equivalentes de Adobe en la época.