Una reflexión interesante
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Bueno, supongo que estas seis razones y alguna más nos hemos planteado todos o casi todos. Y estoy de acuerdo en todas ellas.
Suerte, moda, marketing... vete a saber. Pero no sólo nos afecta a los fotógrafos: móviles, televisores, ordenadores, etc. Es algo que afecta a todo lo electrónico, en general. Y que todo el que llega a este mundo. Sobre todo en la era digital. En la era anterior (llamada analógica y que no me gusta el término) esto pasaba mucho menos.
Pero siempre recordaré un taller que hizo el amigo Joaqúín Albadalejo que si mi parkinsonítica memoria no me falla fue en otoño de 2.004 y que, entre otras cosas, unos meses después de aquel taller publicó en National Geographic un reportaje sobre las Orquídeas de la Región de Murcia. En aquel Taller conocí a unos "pirados" con muchas ganas de afotar y hacer cosas y que una de ellas poco más tarde fue APE ( Mateo, Antonio-Peluko, Juanra, José Ramón, Ana Isabel, Enrique, etc y que disculpe mi mala cabeza si me dejo alguno). Pues como comentaba, yo me quedaba muerto porque el amigo Albadalejo hacía unas fotos que flipabas. Y luego, cuando sacó la cámara, llevaba una Canon 10D. No se me va a olvidar nunca. Nosotros allí con algunas novedosas y relucientes Nikon y el cabrón aquel hacía unas fotacas ¡¡¡¡con una Canon 10D!!!!. Si ya estaba recién salida la Canon 20D. Y encima... ¡¡¡UNA CANON!!!. Aquello me llegó al alma. Fue un revolcón de tres pares. En ese momento asumí (hasta hoy) que el handicap y el límite siempre iba a ser yo. Nunca la cámara, ni siquiera la marca.
Un saludo.