Buena foto, pero yo no lo haría, te acompaño un texto de un amigo Pedro de Luisa, también fotógrafo y biólogo de la universidad que comenta:
BAÑO DE LODOS: … ¿O LOCIÓN DE MICROBIOS?
La verdad es que no estoy muy seguro de hablar de esto, pero como los maridos debemos satisfacer las curiosidades de las esposas, me lanzo y contesto, en parte, a una de las preguntas recurrentes de mi mujer…’¿Y en todo este cieno con el que se embadurna la gente, no habrán bichos, Lope?’…’Pues, hija, seguro que sí. No hay más que oler lo que hueles para darte cuenta de que aquí hay un buen cocido microbiano… ‘¿Y estás seguro de que esto será bueno para la salud?’... ‘Pregunta a cualquier señora embadurnada de esas... Y digo señora porque entre vosotras os entendéis mejor’…’¿Oiga, señora, y usted nota mejoría de sus reúmas después de bañarse en ese cieno en el que se baña?’… ‘¡Ay, hija mía, no te lo puedes ni imaginar: no andaba y ya ando!...¡Pero pruébalo tu también!’…’Gracias, señora, ya lo pensaré’…
’¡Ni loca, vamos; ni loca ni borracha de colacoca!... ¿Por qué no le echas un vistacico, Lope, y luego me cuentas? Mira, aquí me he traído un bote vacío de pepinillos en esta bolsa refrigerada’… Yo -que al lugar me lleva el placer paisajístico y el disfrute del arte fotográfico- no lo había pensado casi nunca. Pero no quería ser como el albañil ese que jamás arregla la chimenea a su media naranja. Tampoco mi esposa se merece un cuchillo de palo. Así que me adentré en el lugar con el recipiente y tomé una muestra… ‘¡Chis, oiga!... ¿y eso pa’que es? ¿Pasa algo?’… ‘¿Cómo dice…? ¡Ah, no, no, simple curiosidad’… ‘Pues que sepa que este agua es buena, pero no se bebe. Tampoco el cieno, ¿sabe?’…’Ya, ya. Gracias’… Y me alejé entre miradas de extrañeza, oyendo decir: ‘No si lo que querría es hacernos fotos. Va aviao, se cree que no me he dado cuenta’.
Los ojos de alguien con cultura microbiológica no son como los ojos de los demás. Ni siquiera el olfato. Donde hay cieno hay bichos, y el olor a huevos podridos delata muchas cosas de las que están pasando... Pero no es momento ni lugar para disertar sobre ello…
De forma y manera que puse la muestra en el porta, un cubre…, y al microscopio… ¡Buaf, la de cosas que hay por aquí! Digo en el cieno y en el agua. ¡Todo un curso de Microbiología! Vean, si no, las fotos que acompañan a estas letras: todo ello son microbios, bacterias en su gran mayoría… ¿Qué si esto es malo? No parece que nadie la haya palmao en muchos años; pero esos son, en parte, los ladrillitos de cieno que esculpen los cuerpecitos de viejetes y jóvenes del lugar… Tan negritos y tan felices ellos…
Que nadie tema por el tema pues tales bichos no parecen tener significación clínica... ‘¿Estas seguro, Lope, de que esto no es malo para la salud?... ¿Y eso se mete por el cuerpo?’… ‘No, el cuerpo no se deja. Así que tranquila… ¿Quieres que te ponga en tu móvil alguna foto de estas?’… ‘¡Ni se te ocurra, por Dios!... ¿Y eso se lo comen los flamencos?’…
Lo puedes encontrar en Facebook como Lope de Carpio
Emilio, discrepo totalmente de ti. Las fotos por separado no tendrian ni la decima parte de fuerza que en conjunto, precisamente la fuerza de esta foto está en contar una historia con el entorno. Si sumamos que la foto está hecha en un impulso de "ver la foto"...
Aprovecho para darte la bienvenida Fco. Javier.
Ya has visto que somos muy quisquillosos y perfeccionistas. Cada uno ve las fotos desde su punto de vista.
En esta veo tres fotos que tendrían entidad por si solas, la bici, las dos señoras limpias y la pareja enlodada. Interesante imagen.
Saludos y esperamos ver muchas más.
Emilio
Buena foto, pero yo no lo haría, te acompaño un texto de un amigo Pedro de Luisa, también fotógrafo y biólogo de la universidad que comenta:
La verdad es que no estoy muy seguro de hablar de esto, pero como los maridos debemos satisfacer las curiosidades de las esposas, me lanzo y contesto, en parte, a una de las preguntas recurrentes de mi mujer…’¿Y en todo este cieno con el que se embadurna la gente, no habrán bichos, Lope?’…’Pues, hija, seguro que sí. No hay más que oler lo que hueles para darte cuenta de que aquí hay un buen cocido microbiano… ‘¿Y estás seguro de que esto será bueno para la salud?’... ‘Pregunta a cualquier señora embadurnada de esas... Y digo señora porque entre vosotras os entendéis mejor’…’¿Oiga, señora, y usted nota mejoría de sus reúmas después de bañarse en ese cieno en el que se baña?’… ‘¡Ay, hija mía, no te lo puedes ni imaginar: no andaba y ya ando!...¡Pero pruébalo tu también!’…’Gracias, señora, ya lo pensaré’…
’¡Ni loca, vamos; ni loca ni borracha de colacoca!... ¿Por qué no le echas un vistacico, Lope, y luego me cuentas? Mira, aquí me he traído un bote vacío de pepinillos en esta bolsa refrigerada’… Yo -que al lugar me lleva el placer paisajístico y el disfrute del arte fotográfico- no lo había pensado casi nunca. Pero no quería ser como el albañil ese que jamás arregla la chimenea a su media naranja. Tampoco mi esposa se merece un cuchillo de palo. Así que me adentré en el lugar con el recipiente y tomé una muestra… ‘¡Chis, oiga!... ¿y eso pa’que es? ¿Pasa algo?’… ‘¿Cómo dice…? ¡Ah, no, no, simple curiosidad’… ‘Pues que sepa que este agua es buena, pero no se bebe. Tampoco el cieno, ¿sabe?’…’Ya, ya. Gracias’… Y me alejé entre miradas de extrañeza, oyendo decir: ‘No si lo que querría es hacernos fotos. Va aviao, se cree que no me he dado cuenta’.
Los ojos de alguien con cultura microbiológica no son como los ojos de los demás. Ni siquiera el olfato. Donde hay cieno hay bichos, y el olor a huevos podridos delata muchas cosas de las que están pasando... Pero no es momento ni lugar para disertar sobre ello…
De forma y manera que puse la muestra en el porta, un cubre…, y al microscopio… ¡Buaf, la de cosas que hay por aquí! Digo en el cieno y en el agua. ¡Todo un curso de Microbiología! Vean, si no, las fotos que acompañan a estas letras: todo ello son microbios, bacterias en su gran mayoría… ¿Qué si esto es malo? No parece que nadie la haya palmao en muchos años; pero esos son, en parte, los ladrillitos de cieno que esculpen los cuerpecitos de viejetes y jóvenes del lugar… Tan negritos y tan felices ellos…
Que nadie tema por el tema pues tales bichos no parecen tener significación clínica... ‘¿Estas seguro, Lope, de que esto no es malo para la salud?... ¿Y eso se mete por el cuerpo?’… ‘No, el cuerpo no se deja. Así que tranquila… ¿Quieres que te ponga en tu móvil alguna foto de estas?’… ‘¡Ni se te ocurra, por Dios!... ¿Y eso se lo comen los flamencos?’…
https://www.facebook.com/lope.decarpio?fref=ts
son fotos robadas con la camara en modo silencio a nivel de cintura o de espaldas y disparando sin ver ni componer
Emilio, discrepo totalmente de ti. Las fotos por separado no tendrian ni la decima parte de fuerza que en conjunto, precisamente la fuerza de esta foto está en contar una historia con el entorno. Si sumamos que la foto está hecha en un impulso de "ver la foto"...